¿Cómo puedo convertirme al Islam?
NO EXISTE CONVERSIÓN EN EL ISLAM En un famoso hadiz se narra que Rasul (S.A.S.) dijo que: "Todo ser humano nace con su Naturaleza original intacta, y son sus padres los que lo hacen judío, cristiano o politeísta". A lo cual uno de sus Compañeros replicó: "... o musulmán". Y el Profeta (S.A.S.) contestó: "No, pues el Islam es el estado natural del ser humano". Cuando nacemos, nuestra Fitrah (estado primigenio con el que llegamos al mundo), está intacta, pura: la primera conversión que recibimos es la de nuestros padres y más tarde el medio cultural y social en el que nos desenvolvemos va dando lugar a diversas conversiones. Ese estado es el que tenía nuestro gran profeta Abraham (la Paz sea con Él). Él era "hanif", es decir, era creyente en un solo Dios y se sometió a Él de forma espontánea y natural. El hombre nace con esa aptitud. Todos los días de nuestra vida nos "convertimos" en algo, pertenecemos a tal o cual religión, o tal o cual ideología política, etc. Con todo ello vamos ocultando, velando esa Fitrah con la que nacemos. El Islam por el contrario, nos invita a ir quitando velos que hemos ido depositando encima, que han hecho crecer nuestro Ego, dándole apariencia de realidad. Así, pues ¿cómo podríamos convertirnos en algo con lo que nacimos? Por todo esto debemos aclarar que en el Islam NO HAY CONVERSIÓN sino que la persona que se hace musulmana decimos que: ha recuperado el Islam, ha completado el din, ha entrado en el Islam... No es adecuado usar la palabra "conversión" (por eso cuando no hay más remedio que escribirla lo hacemos entre comillas), ya que es inadecuada. Dice el Diccionario de la Lengua Española que "converso es aquel que cambia de religión"; si nos fijamos atentamente en la definición, debemos concluir que no es posible la conversión al Islam ya que no es una religión. Al Islam no te conviertes, REGRESAS.
El Islam es el DIN, palabra árabe que se ha traducido erróneamente como religión, pero que en realidad es mucho más. A nivel individual, es una forma de vida para el musulmán las 24 horas. A nivel colectivo, es un sistema completo para organizar una sociedad humana en todos los aspectos que podamos imaginar. En el Sagrado Corán, Allah (Ensalzado sea) nos enseña la moral, la política, las leyes para regir nuestra sociedad, conocimientos científicos y un inmenso etcétera. El Islam es una civilización y no puede compararse con una religión. Tal vez se acercaría más a la realidad si denominásemos al Islam como filosofía de vida.
El Islam surge cuando se han derribado los ídolos y los dioses. El musulmán busca a su Señor verdadero desde la espontaneidad. Se intuye a Al-lah cuando han sido barridos los ídolos que enturbian la razón del ser humano. Esto es justo lo que nuestro Profeta Mohammed (las Bendiciones y la Paz sea sobre Él) hizo cuando vació la Kaâba (santuario cúbico milenario situado en la Meca), que estaba llena de toda clase de representaciones de dioses, a los cuales la gente ignorante adoraban, sin darse cuenta de que estaban fabricados de barro, madera, piedra y demás materiales y que sus propias manos habían construido: "Pero habéis tomado dioses fuera de El que no crean nada, ellos son creados; ni tienen capacidad para dañarse o beneficiarse ni tienen dominio sobre la vida, la muerte y el resurgimiento". Corán. Sura del Discernimiento 3. Así está nuestro corazón antes de llegar al Islam, repleto de dioses: el dinero, el deseo de poder, el miedo al fracaso, la ansiedad, las frustraciones, en definitiva el ego descontrolado, etc. El Islam nos limpia de esas cosas que nos hacen sufrir y sentir dependientes. Nos quita esos ataques de ansiedad producidos por la inestabilidad de no encontrarnos a nosotros mismos. El Islam no trata de aniquilar el ego, sino de controlarlo.Cuando decimos que COMPLETAMOS NUESTRO DIN, queremos decir que al entrar en el Islam has completado el camino de la Verdad ya que es la continuación del judaísmo y el cristianismo originales. Nuestro Profeta (la Paz y las Bendiciones sean con Él) vino para terminar lo que ya se nos había dado, recordándonos que la Humanidad se ha vuelto a desviar y para sellar con Él, el último de los profetas enviados por Allah =Dios (Ensalzado sea). Traducir los conceptos islámicos con términos judeocristianos, es con frecuencia, un error en el que siempre caemos. A veces esto es inevitable, porque para entender el Islam hace falta mucho tiempo y la mayor parte de las veces, se nos piden explicaciones rápidas, de forma que solo nos dejan la oportunidad de dar explicaciones usando palabras que hacen al oyente comprender, en parte, de lo que estamos hablando. Así, en este manual es posible que encontréis términos judeocristianos, porque de momento hemos considerado que era necesario en algunas de las secciones, para facilitar así la comprensión de aquellos que no estén muy familiarizados con el Islam.
NO EXISTE CONVERSIÓN EN EL ISLAM En un famoso hadiz se narra que Rasul (S.A.S.) dijo que: "Todo ser humano nace con su Naturaleza original intacta, y son sus padres los que lo hacen judío, cristiano o politeísta". A lo cual uno de sus Compañeros replicó: "... o musulmán". Y el Profeta (S.A.S.) contestó: "No, pues el Islam es el estado natural del ser humano". Cuando nacemos, nuestra Fitrah (estado primigenio con el que llegamos al mundo), está intacta, pura: la primera conversión que recibimos es la de nuestros padres y más tarde el medio cultural y social en el que nos desenvolvemos va dando lugar a diversas conversiones. Ese estado es el que tenía nuestro gran profeta Abraham (la Paz sea con Él). Él era "hanif", es decir, era creyente en un solo Dios y se sometió a Él de forma espontánea y natural. El hombre nace con esa aptitud. Todos los días de nuestra vida nos "convertimos" en algo, pertenecemos a tal o cual religión, o tal o cual ideología política, etc. Con todo ello vamos ocultando, velando esa Fitrah con la que nacemos. El Islam por el contrario, nos invita a ir quitando velos que hemos ido depositando encima, que han hecho crecer nuestro Ego, dándole apariencia de realidad. Así, pues ¿cómo podríamos convertirnos en algo con lo que nacimos? Por todo esto debemos aclarar que en el Islam NO HAY CONVERSIÓN sino que la persona que se hace musulmana decimos que: ha recuperado el Islam, ha completado el din, ha entrado en el Islam... No es adecuado usar la palabra "conversión" (por eso cuando no hay más remedio que escribirla lo hacemos entre comillas), ya que es inadecuada. Dice el Diccionario de la Lengua Española que "converso es aquel que cambia de religión"; si nos fijamos atentamente en la definición, debemos concluir que no es posible la conversión al Islam ya que no es una religión. Al Islam no te conviertes, REGRESAS.
El Islam es el DIN, palabra árabe que se ha traducido erróneamente como religión, pero que en realidad es mucho más. A nivel individual, es una forma de vida para el musulmán las 24 horas. A nivel colectivo, es un sistema completo para organizar una sociedad humana en todos los aspectos que podamos imaginar. En el Sagrado Corán, Allah (Ensalzado sea) nos enseña la moral, la política, las leyes para regir nuestra sociedad, conocimientos científicos y un inmenso etcétera. El Islam es una civilización y no puede compararse con una religión. Tal vez se acercaría más a la realidad si denominásemos al Islam como filosofía de vida.
El Islam surge cuando se han derribado los ídolos y los dioses. El musulmán busca a su Señor verdadero desde la espontaneidad. Se intuye a Al-lah cuando han sido barridos los ídolos que enturbian la razón del ser humano. Esto es justo lo que nuestro Profeta Mohammed (las Bendiciones y la Paz sea sobre Él) hizo cuando vació la Kaâba (santuario cúbico milenario situado en la Meca), que estaba llena de toda clase de representaciones de dioses, a los cuales la gente ignorante adoraban, sin darse cuenta de que estaban fabricados de barro, madera, piedra y demás materiales y que sus propias manos habían construido: "Pero habéis tomado dioses fuera de El que no crean nada, ellos son creados; ni tienen capacidad para dañarse o beneficiarse ni tienen dominio sobre la vida, la muerte y el resurgimiento". Corán. Sura del Discernimiento 3. Así está nuestro corazón antes de llegar al Islam, repleto de dioses: el dinero, el deseo de poder, el miedo al fracaso, la ansiedad, las frustraciones, en definitiva el ego descontrolado, etc. El Islam nos limpia de esas cosas que nos hacen sufrir y sentir dependientes. Nos quita esos ataques de ansiedad producidos por la inestabilidad de no encontrarnos a nosotros mismos. El Islam no trata de aniquilar el ego, sino de controlarlo.Cuando decimos que COMPLETAMOS NUESTRO DIN, queremos decir que al entrar en el Islam has completado el camino de la Verdad ya que es la continuación del judaísmo y el cristianismo originales. Nuestro Profeta (la Paz y las Bendiciones sean con Él) vino para terminar lo que ya se nos había dado, recordándonos que la Humanidad se ha vuelto a desviar y para sellar con Él, el último de los profetas enviados por Allah =Dios (Ensalzado sea). Traducir los conceptos islámicos con términos judeocristianos, es con frecuencia, un error en el que siempre caemos. A veces esto es inevitable, porque para entender el Islam hace falta mucho tiempo y la mayor parte de las veces, se nos piden explicaciones rápidas, de forma que solo nos dejan la oportunidad de dar explicaciones usando palabras que hacen al oyente comprender, en parte, de lo que estamos hablando. Así, en este manual es posible que encontréis términos judeocristianos, porque de momento hemos considerado que era necesario en algunas de las secciones, para facilitar así la comprensión de aquellos que no estén muy familiarizados con el Islam.
Elegir el Islam
La decisión de adoptar una identidad religiosa musulmana es a la vez tremendamente significativa y tremendamente compleja. La elección afecta a muchas áreas de la propia vida, desde el concepto de uno mismo y las relaciones familiares hasta el tipo de vida que uno adopta. Mientras que la recompensa resultante y el sentido de satisfacción son frecuentemente enormes, los desafíos y frustraciones pueden a veces también parecer insoportables. Consciente de ambas cosas, los desafíos y las oportunidades, el propósito de esta sección es introducir al proceso de elegir el Islam, subrayar el papel de tu esposo(a) (si estás casado/a), donde corresponda, y describir tus responsabilidades en el proceso de tu elección del Islam. "Proceso" es la palabra clave. Una transición de esta magnitud no se produce en una noche. De hecho, un aspecto importante del proceso será identificar y discutir tus cambiantes sentimientos y actitudes acerca de llegar a ser musulmán. El proceso requerirá que explores aspectos de tú identidad espiritual, cultural y social porque el Islam tocará todas esas partes de lo que tú eres. Para poseer el Islam, para sentirte auténticamente musulmán tendrás que tener paciencia, coraje, sentido del humor, un deseo de aprender y ganas de preguntar cuestiones muy difíciles. Pero, como mencionamos arriba, mucha gente ha encontrado que la recompensa de tal exploración es un maravilloso sentido de haber encontrado su hogar espiritual. En este punto, se debe hacer notar también que inevitablemente, algunas personas descubren a lo largo del camino que el Islam no es la elección correcta para ellos. No hay obligación de elegir el Islam simplemente porque has comenzado a explorar y a estudiar la tradición musulmana. No suponemos que cada persona que considera la posibilidad de llegar a hacerse musulmán la hace realidad, ni tampoco lo consideramos un asunto personal si alguien elige no llegar a convertirse en musulmán. La decisión es y debe ser tu propia decisión tomada libremente. Pero eso sí, debes estar seguro/a de la decisión. Debes ser consciente que entrar al Islam no es ningún pasatiempo. Finalmente, ten en cuenta que incluso si tú eliges el Islam, el proceso de llegar a ser musulmán no terminará en la "conversión". No podemos forzar nuestras identidades a cambiar completamente de acuerdo con un horario preestablecido. El trabajo depende de ti mismo/a, de modelar el ser humano musulmán que tú serás, es un proceso mucho más sutil y largo. La mayoría de nosotros, incluso aquellos que nacieron musulmanes, nos lleva toda una vida esta tarea. Procura no ser impaciente contigo mismo/a con el proceso.
La decisión de adoptar una identidad religiosa musulmana es a la vez tremendamente significativa y tremendamente compleja. La elección afecta a muchas áreas de la propia vida, desde el concepto de uno mismo y las relaciones familiares hasta el tipo de vida que uno adopta. Mientras que la recompensa resultante y el sentido de satisfacción son frecuentemente enormes, los desafíos y frustraciones pueden a veces también parecer insoportables. Consciente de ambas cosas, los desafíos y las oportunidades, el propósito de esta sección es introducir al proceso de elegir el Islam, subrayar el papel de tu esposo(a) (si estás casado/a), donde corresponda, y describir tus responsabilidades en el proceso de tu elección del Islam. "Proceso" es la palabra clave. Una transición de esta magnitud no se produce en una noche. De hecho, un aspecto importante del proceso será identificar y discutir tus cambiantes sentimientos y actitudes acerca de llegar a ser musulmán. El proceso requerirá que explores aspectos de tú identidad espiritual, cultural y social porque el Islam tocará todas esas partes de lo que tú eres. Para poseer el Islam, para sentirte auténticamente musulmán tendrás que tener paciencia, coraje, sentido del humor, un deseo de aprender y ganas de preguntar cuestiones muy difíciles. Pero, como mencionamos arriba, mucha gente ha encontrado que la recompensa de tal exploración es un maravilloso sentido de haber encontrado su hogar espiritual. En este punto, se debe hacer notar también que inevitablemente, algunas personas descubren a lo largo del camino que el Islam no es la elección correcta para ellos. No hay obligación de elegir el Islam simplemente porque has comenzado a explorar y a estudiar la tradición musulmana. No suponemos que cada persona que considera la posibilidad de llegar a hacerse musulmán la hace realidad, ni tampoco lo consideramos un asunto personal si alguien elige no llegar a convertirse en musulmán. La decisión es y debe ser tu propia decisión tomada libremente. Pero eso sí, debes estar seguro/a de la decisión. Debes ser consciente que entrar al Islam no es ningún pasatiempo. Finalmente, ten en cuenta que incluso si tú eliges el Islam, el proceso de llegar a ser musulmán no terminará en la "conversión". No podemos forzar nuestras identidades a cambiar completamente de acuerdo con un horario preestablecido. El trabajo depende de ti mismo/a, de modelar el ser humano musulmán que tú serás, es un proceso mucho más sutil y largo. La mayoría de nosotros, incluso aquellos que nacieron musulmanes, nos lleva toda una vida esta tarea. Procura no ser impaciente contigo mismo/a con el proceso.
El papel del conyuge (esposa/esposo)
El hecho de tener pareja a veces puede influir en tu modo de actuar. Mucha gente que considera la posibilidad de hacerse musulmán, inicialmente lo hace a causa de consideraciones maritales o parentales. Por ejemplo, muchas mujeres entran al Islam solo por complacer a su marido que sí es musulmán y otras personas que son hijos de matrimonios mixtos, deciden ser musulmanes para agradar a su padre o su madre (los caminos de Dios nunca se sabe adónde te llevan, ya que en un futuro esa elección hipócrita se puede convertir en la más pura de las elecciones…). No podemos negar que hay una gran parte de personas que se plantean entrar al Islam de este modo. Y aunque existan muchos casos en que, en un principio lo hacen para agradar a alguien, la mayoría de ellos acaban dándose cuenta que sus vidas han mejorado notablemente, de modo que, con el tiempo, el Islam que han aceptado es de corazón. En el primer caso, la participación activa del esposo(a) y el apoyo durante el proceso serán de una importancia crítica. La elección de un componente de la pareja de convertirse al Islam afectarán obviamente a la relación marital. Entre otros importantes desafíos, tendrán que trabajar conjuntamente para decidir acerca del tipo de vida islámica que queréis para vuestro hogar. A menudo, tales discusiones fuerzan a un miembro de la pareja que nació musulmán a volver a examinar actitudes o presunciones tenidas durante largo tiempo. De nuevo, la paciencia, y un sentido del humor y el deseo de ser abierto son cualidades realmente importantes y que ayudan. Pero, sobre todo, ambos miembros de la pareja necesitan estar activamente envueltos en este proceso de transición.
¿A quién debo dirigirme?
Normalmente deberías dirigirte al grupo de musulmanes que tengas más cercano. Este grupo de musulmanes, puede ser bien un grupo que conozcas o con el que entres en contacto, o bien una mezquita o un centro cultural islámico, o un amigo/a musulmán/a practicante, etc. Yo aconsejo que busquéis una mezquita, aunque os quede un poco lejos, también podéis visitar páginas de internet especializadas en el tema islámico para que os puedan aconsejar una solución razonable . Os advierto que podéis encontrar musulmanes que no practican el Islam, otros que lo practican de forma errónea, etc. No os desmoralicéis, esto es normal hoy día. Seguid vuestra búsqueda.